Coral Gables, Florida (VIP-WIRE) – In the beginning of time, people were haunted trying to invent the sport. They really needed it.
The sport was ahead of Esperanto.
The world without sports would be like life without music.
Sports people are meeting in permanent convention all over the world.
In baseball the man scores, in other sports it’s the ball.
Who best talks about baseball is the ball.
When God doesn’t want to watch baseball, it rains.
The rookie makes his way through the tracks left by the veterans.
There is still terrible discrimination … They never play with black balls.
The narrator recounts what he sees, and his listeners guess what he feels.
Television takes baseball out of the stadium and into the world for a ride.
When the pitcher drops the ball, the target begins.
The high and inside fastball has heavyweight boxing danger.
As the ball comes and goes, the chief umpire rests.
Umpires have to be perfect on the opening day of the season, and then improve with each game.
In movies and soap operas, villains are essential, in baseball umpires are essential.
The ball flies home run driven by the energy that causes the scandal of the public.
Every run scored is a step towards happiness.
When they hit triple, everyone on the field is in a hurry.
The ground balls are embroidering the infield.
During the double play the action is a ballet with music in fast motion.
Triple play! … I mean, everyone out !.
The foul is a ball that is afraid of the fielders.
For players, the crowd is the same as jet fuel.
The fans are bees from a honeycomb called a playing field.
The stadium is a monster that swallows fans, processes them, digests them, lets them have fun, and then at three or four hours, expels them.
Major League Baseball fields are the largest spittoons in the world.
When you go to baseball every day, the weeks are seven Sundays.
If you behave in the stadium, they play a few extra innings.
The official scorer is the unknown historian.
The pitcher and the catcher, like the priest and the altar boy, must never get angry.
The ball game is a mass without priests.
The National Flag in the stadium symbolizes the happy homeland because sports are played.
Each inning is a story that no one suspected.
Albert Einstein and Pablo Picasso would have been good bigleaguers.
Thanks to the life that has given me so much, even a reader like you.
ATTENTION.- I invite you to read the file of “Juan Vené en la Pelota” on the internet, for “sport brings us together again”.
jbeisbol5@aol.com
@ juanvene5
—————————————————-Español—————————–
El beisbol es un poema con música de bataz
Coral Gables, Florida (VIP-WIRE) – En el principio de los tiempos, la gente se angustiaba tratando de inventar el deporte. Les hacía mucha falta.
El deporte se adelantó al esperanto.
El mundo sin deporte sería como la vida sin música.
La gente del deporte está reunida en convención permanente en todo el mundo.
En el beisbol anota el hombre, en otros deportes, la pelota.
Quien mejor habla de beisbol es la pelota.
Cuando Papa Dios no quiere ver beisbol, llueve.
El novato se abre paso a través de las huellas que van dejando los veteranos.
Todavía hay una terrible discriminación… Jamás juegan con pelotas negras.
El narrador va contando lo que ve, y sus oyentes adivinan lo que él siente.
La televisión saca al beisbol del estadio y lo lleva de paseo por todo el mundo.
Cuando el lanzador suelta la pelota, comienza el destino.
La recta alta y adentro tiene peligro de boxeo peso pesado.
Mientras la pelota va y viene descansa el chief umpire.
Los umpires tienen que ser perfectos en el día inaugural de la temporada, e ir mejorando después en cada juego.
En películas y telenovelas son imprescindibles los villanos, en el beisbol son imprescindibles los umpires.
La pelota vuela de jonrón impulsada por la energía que provoca el escándalo del público.
Cada carrera anotada es un paso hacia la felicidad.
Cuando conectan triple, todos en el campo están apuradísimos.
Los roletazos van bordando el infield.
Durante el double play la acción es un ballet con música en cámara rápida.
¡Triple play!… Es decir, ¡out todo el mundo!.
El foul es una pelota que le tiene miedo a los fildeadores.
Para los peloteros, el público es lo mismo que el combustible para el jet.
Los fanáticos son abejas de un panal llamado campo de juego.
El estadio es un monstruo que se traga a los fanáticos, los procesa, los digiere, les permite divertirse, y después, a las tres o cuatro horas, los expele.
Los campos de Grandes Ligas son las escupideras más grandes del mundo.
Cuando uno va al beisbol todos los días, las semanas son de siete domingos.
Si uno se porta bien en el estadio, juegan unos innings extras.
El anotador oficial es el historiador desconocido.
El pitcher y el cátcher, como el cura y el monaguillo nunca deben enojarse.
El juego de pelota es una misa sin curas.
La Bandera Nacional en el estadio simboliza a la Patria feliz porque se hace deporte.
Cada inning es una historia que nadie sospechó.
Albert Einstein y Pablo Picasso hubieran sido buenos bigleaguers.
Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso un lector como tú.
ATENCIÓN.- Te invito a leer el archivo de “Juan Vené en la Pelota” en internet, por “el deporte vuelve a unirnos”.
jbeisbol5@aol.com
@juanvene5
